lunes, 5 de septiembre de 2011

Kobarid octubre de 1917

Aquí, los combates más sangrientos de la I Guerra Mundial provocaron que en octubre de 1917, durante la duodécima batalla del Isonzo, la ofensiva austríaca hiciera retroceder las fuerzas italianas hasta el río Piave. Más de medio millón de muertos. Nunca una batalla de montaña fue tan sangrienta.

Hemingway relata la desesperanza de la retirada italiana, la frustración ante una guerra no deseada y las injustícias que finalmente le hacen desertar. Todo ello como una novela de aventuras y con una historia de amor como telón de fondo.

Cada uno cuando lea la novela "Adiós a las armas", según su criterio decide qué es más importante si el amor, el sufrimiento de la guerra o los sucesos que le hacen decidirse por la deserción. Espero que estas medias explicaciones hagan que alguna persona que lea este blog se decida también a leer esta novela.

El río Soca (Isonzo) a su paso por Kobarid (Caporetto)


 En Kobarid hay un itinerário histórico circular de unos 5 Km. de recorrido y de entre 3 y 5 horas de duración. Ya se sabe, niños,  fotos, baños, sudor, descansos para beber agua. Nosotros empezamos desde Kamp Lazar y enseguida encontramos el puente sobre el Soca. Es un puente colgante tipo tibetano que cerca de uno de sus extremos tiene un pilar de madera. Esta construido en el mismo sitio que el que había durante la guerra. En el camino que lleva a la Slap (cascada) Kozjak ja se pueden distinguir algunos refugios militares excavados en la roca. Y sin mucho esfuerzo se llega a la cascada. Una espectacular columna de agua blanca de 15 m. que cae en una sala casi subterránea con una poza de color verde esmeralda-azul esmeralda, según los gustos.

Slap Kozjak

Volvemos sobre nuestros pasos y nos desviamos para ver algunos de los restos (reconstruidos) de los refugios y trincheras que hay a ambos lados del puente. Un nido de ametralladoras,  un puesto de observación, una letrina , etc. Todo en las laderas de la montaña pero de fácil acceso.

                                                                





Sin querer me acabo de presentar. Este soy yo. Entre los refugios y trincheras. Yo ya hubiera seguido el camino de la montaña para la cima hasta llegar hasta la meseta de Bainssizza, pero hay un buen trecho.









Puente de Kobarid




Era casi medio día y el sol apretaba. Volvimos al camping. Una buena ducha y a comer. La Natalia, la que nos encontró el alojamiento, nos recomendó el restaurante del camping y la verdad es que comí un plato (bandeja) de cordero con verduritas bien cocinado y muy gustoso. El cordero es una carne bastante usada en la cocina eslovena.

El recorrido por Kobarid continua por la tarde con la visita al museo y al monumento funerario. Sigue .../...

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