miércoles, 26 de octubre de 2011

Ljubljana

No es fácil describir esta ciudad. No tiene ningún atractivo en concreto que canalice a los turistas, pero el conjunto de las calles de la parte antigua son un marco inmejorable para pasear una y otra vez. Aunque sea pasando diversas veces por el mismo sitio. Atravesando una y otra vez el río nos podemos acercar a las construcciones mas destacadas y disfrutar del ambiente. Como venimos bien desayunados y llevamos agua, nos dirigimos sin mas preámbulos al castillo (grad) buscando unas buenas vistas. Esto nos da una primera visión del Tromostovje (Puente Triple) el Mercado Central, ambos obra de Joze Plecnik y de la (catedral) Stolnica Sv. Nicolaj.

Ljubljanski grad


Entrada según la guía 4,60€ precio real 24.08.11 7,00€. Ahora me he pasado, los 7 euros es con el funicular subida y bajada.

Las fotos del propio castillo no eran fáciles, todo eran barrancos alrededor. Di toda la vuelta por fuera y lo que mas me llamó la atención fue que todo estaba en precario, cables, escombros, focos medio poner, etc. Seguro que dentro de un par de años este pequeño país y no sólo la capital estarán como las que llevan conservandose mucho mas tiempo.

Una docena de sendas suben hasta el castillo reconstruido en 1511 tras un terremoto y la torre Belvedere del 1848 desde donde hay unas buenas vistas de la ciudad. En el interior la capilla gótica de Sv Jorge, bla, bla, bla. Bla, bla, bla. Bla, bla,bla.




Otra vez a nivel del río entramos en la catedral, también admiramos desde fuera sus cúpulas verdes y las puertas de bronce del 1996 para la visita del papa de Roma.

Cristo de la capilla de la Santa Cruz


Las catedrales policromadas y bien iluminadas siempre me han gustado, pero me llamó especialmente la atención el Cristo de la foto superior.

Atravesando el Mercado Central se llega hasta el Zmajski most (Puente del Dragón) construido en 1901 con hierro y hormigón, uno de los primeros de este tipo en Europa. Cuatro dragones hacen guardia en las esquinas del puente. El Dragón es el símbolo de la ciudad.




Zmajski most
Puente del Dragón
La historia del Dragón, viene de cuando lo mataron, ¡claro! y allí se fundó la ciudad de Lujbljana.

Una de las plazas (alargadas) mas importantes de la ciudad es Mestni trg. en ella esta la fuente de los Ríos de Carniola que evoca las aguas del Sava, el Krka y el Ljubljanica, tres fuentes de vida para Eslovenia ( de la guía).

Fuente de los Ríos de Carniola

Justo al lado el Ayuntamiento y la Vinoteka Movia, Mestni trg, 2, que fue el aperitivo con vino esloveno, quesos y aceitunas gigantes.


Vinoteka Movia


La persona que atendía la vinoteka nos recomendó un restaurante ya que el que había elegido de la guía estaba cerrado desde hacía un año, por lo menos, según nos dijo el vinatero. Sobretodo aire acondicionado y ambiente selecto. Nombre Restauracija Valvasor en Stari trg.

Tromostovje (Puente Triple). Al fondo iglesia barroca Franciskanska cerkev.
Ursulinska cerkev.
Solo una curiosidad de la foto de arriba. Solo hay personas en la sombra, en el resto de la gran plaza ni un alma. Estaría frita. Bueno un loco si hay. Como en todos lados.

Tromostovje y Grad
Marga por la tarde intentó mirar mas despacio los escaparates que yo no le dejo y lo consiguió. Hizo un par de compras de trapos para ella y sus -mis-nuestras- hijas. Además por la mañana en el mercado (illo) compró todos los compromisos de los viajes. Unos candelabros de vidrio pintado. Un detalle. La verdad es que no hay souvenirs específicos de Eslovenia. Incluso nos costo trabajo encontrar un dedal para una amiga que hace colección. Y la bandera eslovena para mi hija Anna.
Me quedo corto en el relato. Los rincones de este pequeño espacio medieval de la capital eslovena y el ambiente de alguna zona cercana son para callejearlos. Terrazas, músicos callejeros, bicicletas (muchas), el mercado de flores, las barcazas por el río, los puentes cada uno distinto, etc. etc. etc.

De vuelta a Skofja Loka para descansar un rato en una plaza y una toma del castillo.

Castillo de Skofja Loka

Para mañana la zona del Kars.


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