El lago Bohinj y vuelta a Bled

Por la tarde nos dirigimos a Bohinj, pueblo y lago. Bordeando el lago llegamos hasta un hayedo que nos condujo hasta la base de la cascada Savica y unos centenares de escalones más arriba llegamos hasta la cascada. La subida esta completamente acondicionada, no es sendero de bosque, sino todo cemento. A mi no me gustan nada estos sitios tan irreales de lo que es un paseo por la montaña, pero es lo que hay. Supongo que así se garantizan  mas afluencia de turistas.

Salp Savica

Ya de vuelta hicimos una parada para ver la iglesia de Bohinj, que sale en todos los folletos y descansar un rato en la riba del lago saboreando un helado.

Iglesia y lago Bohinj-Bohinjsko jezero

Una vez repuestos volvimos a nuestro alojamiento. Después de una buena ducha decidimos acercarnos a Bled para cenar. Como ya habíamos dado unas cuantas vueltas por Bled ya conocíamos un sitio para aparcar sin pagar y muy cerca del centro. Muy cerca hay un restaurant con buena terraza mirando al lago y con vistas al castillo iluminado. Vila Ajda es su nombre y nos comimos un plato bastante apreciado por aquellos barrios, ancas de rana. Una delicia acompañada de un vino blanco nada especial. Para terminar la noche nos acercamos hasta el Park Hotel Bled para probar un pastel que es toda una institución. No deja de ser un milhojas de crema sin secretos, pero se lo quitan de las manos. Y tranquilamente en la terraza unas tomas del castillo iluminado.

Castillo de Bled-Blejski grad

El día siguiente amaneció caluroso como los anteriores. Llegamos en coche hasta la base del castillo y  8,00€ la entrada (3,00€ según nuestra guía) y buenas vistas de todo el entorno. El castillo muy cuidado, con vinoteca y tienda de esencias, jabones y demás productos naturales.

Castillo de Bled-Blejski grad

La bajada hasta Bled se hace por un camino entre arboledas que nos dejó a las puertas del balneario. Como ya íbamos preparados, solo nos cambiamos de ropa y a disfrutar de una mañana de baño en el lago. El agua a una temperatura mas que agradable, unos 25 grados. Un balneario bien equipado, pero todo se pagaba a parte, la entrada,la tumbona, la sombrilla, la taquilla y menos mal que no cobraban por el césped. Nosotros cogimos unas tumbonas de madera a ras de suelo que no se pagaban y nos cambiamos en unas casetas comunitarias y guardabas la ropa junto a ti. La mayoría de los bañistas lo hacían así. Alrededor del lago hay varias zonas de baño, delimitadas, pero sin acondicionar, solo la hierba y un poco de barro al entrar en el agua.Nosotros, que no estamos acostumbrados a bañarnos en lago, preferimos el balneario.

La comida también en Bled, en el restaurante Mlino www.mlino.si/, que también es penzion. Muy recomendable, aunque en la terraza tuvimos bastante calor a pesar de un pulverizador de agua. Algún comensal hasta le hizo una foto al termómetro (37 grados).

Para cerrar el día, un paseo en barca (12,00€ ) hasta la iglesia del lago. La barca es de un tipo llamado Pletna, de 7 m. de largo y 2 m. de ancho adaptada actualmente para el trayecto hasta la isla (http://www.pletna.net/es/history.html) En la isla, la única de Eslovenia, hay un conjunto monástico barroco llamado: Cerkev Marije Kraljice na Blejskem jezeru (Iglesia de la Reina María en el lago de Bled).
Con una escalinata de acceso de 99 escalones (por uno mas hubieran redondeado,¿no?).

Pletna-Barca tradicional del lago Bled

Escalinata de la isla del lago Bled

Iglesia de la Reina María en el lago de Bled

 El día había sido completo en Bled y no daba para mas. Estábamos bastante cansados, pero fuimos a nuestro pueblo y volvimos a cenar una pizza en Bled.